SLIDE

Blogs de la clase

viernes, 11 de diciembre de 2009


Opera de miedo

(Basado en cuentos y poemas de Edgar Allan Poe)

Dramaturgia: Joan Lluís Bozzo, Ana Cisquella y Miquel Periel.

Texto y dirección escénica: Joan Lluís Bozzo.

Actores: Oscar Mas, Rosa Galindo, Miquel Fernández, Carlos Gramaje, Teresa Vallicrosa, Ferran Frauca, Marisa Gerardi, Lulú Palomares, Raimon Borrel, Lola Bou, Elisabet Paz, Albert Puigdueta y Toni Vinyals.

Música: Oscar Roig.

Orquestación: Alex Martínez.

Dirección musical y voces: Gustavo Raúl Llull.

Escenografía: Josep Rosell.

Vestuario: Mercé Paloma.

Diseño de luz: Toni Rueda.

Diseño de sonido: Jordi Bonet y Oscar Maza.

Producción: Dagoll Dagom.

Lugar: Gran Teatro.

Días: 30 y 31 de Mayo del 2003

La compañía Dagoll Dagom, con esta producción, Poe , basada en cuentos y poemas del norteamericano Edgar Allan Poe, ha querido explorar un territorio poco transitado por el teatro, el miedo. Para ello ha dramatizado algunos textos, narrativos o poéticos del citado escritor, caracterizados por la recreación de ambientes truculentos y siniestros. Pero la compañía ha querido rizar aún más el rizo montando el espectáculo a modo de musical, prácticamente el noventa por ciento es cantado.

Hasta aquí, el intento, no exento de riesgos por parte de la compañía, es loable, pero lamentablemente no parece que hayan logrado el objetivo. Los elementos no encajan en el total. El texto de la obra ha sido versificado para hacerlo cantable, dada la condición musical del espectáculo, sin embargo no se ha logrado una versificación fluida, sino por el contrario un texto en el que rima y métrica se plasman con rigidez y artificiosidad. Los actores cantantes están bien en la expresión corporal, en el acento expresivo con que emocionan cada frase, pero no cantan ni a plena voz ni con la soltura que requeriría un espectáculo musical. Sus voces están tamizadas de una sordina que no les permite alzarse como se alza la partitura musical que, grabada, acompaña casi toda la acción. El espacio escénico está prácticamente ocupado por atrezo o escenografía, queriendo darse una plástica recargada, un ambiente gótico de terror, pero la maquinaria escénica no funciona con firmeza, especialmente los rieles de cortinajes que intervienen con poca agilidad.

Hay un buen vestuario y una buena caracterización de los personajes, así como un mobiliario sugerente y aparatoso en algunas escenas que evocan la estética típica del terror romántico. Pero desafortunadamente el conjunto del espectáculo es frío, no conjugan con acierto la música, el texto, el argumento y la acción, con lo que el resultado es deslavazado; aunque deba reconocerse la osadía de la compañía al adentrarse en un terreno poco experimentado en los escenarios, el terror.

1 comentario: